Un Superclásico encendido, polémico y que no se olvidará en mucho tiempo jugaron este domingo Colo Colo y Universidad de Chile, duelo que terminó 2-2 en el Monumental.
En un estadio con 40 mil almas, el juego, correspondiente a la fecha 14 del Torneo de Clausura, tuvo de todo: goles, expulsiones y polémicas.
Y si bien la U abrió la cuenta con un penal discutible, Esteban Paredes se convirtió en el “verdugo” de los estudiantiles, que jugaron con nueve hombres todo el segundo tiempo, anotando dos veces.
Sin embargo, cuando ya expiraba el match más allá del minuto 100 un centro de Díaz terminó en un increíble autogol de Molinas que registró el empate definitivo en el marcador.
45 MINUTOS DE PENALES Y TARJETAS ROJAS
En un álgido primer tiempo los jugadores no ayudaron mucho a la calma del partido.
De hecho, en el saludo de rigor Herrera y Castillo en vez de darse la mano se dijeron de todo.
Luego, antes de los 15 minutos ya había cuatro amarillas por fuerza desmedida y varios entreveros.
La U jugó mucho mejor en ese lapso y se pudo poner rápido arriba en la cuenta.
En los 5 minutos el juez debutante en Clásicos, Claudio Puga cobró un penal en contra de Eduardo Vargas. Vio que Vilches lo había desplazado levemente.
Charles Aránguiz anotó desde los 12 pasos con mucha frialdad y los 3 mil hinchas estudiantiles celebraron con todo.
El predominio del cuadro de Sampaoli siguió. Marcelo Díaz pudo marcar de distancia y Aránguiz casi llega a un buen centro antes de la media hora.
La primera de riesgo de Colo Colo estuvo en el 27, cuando Medel obligó a lucirse a Johnny Herrera con una gran tapada luego de un tiro libre colocado.
En el 31 siguieron las polémicas. Charles Aránguiz pisoteó a Medel tras una jugada dividida y Puga no dudó en echarlo.
Un buen centro de Fuenzalida casi le permite a Paredes conectar en el minuto 40, siendo ésta la única jugada de riesgo alba.
Pero faltaba el final. En otra controversia el árbitro cobró una mano de Osvaldo González en su área cuando terminaba la etapa, marcando un penal nuevamente poco claro.
De pasada dejó con 9 a la U ya que el propio González le había dado fuerte a Roberto Gutiérrez en la jugada anterior.
Y tras una larga ceremonia Esteban Paredes transformó la falta, colocando el 1-1, con un disparo casi al centro del arco que sorprendió a Herrera.
IMPRESIONANTE FINAL
Con dos hombres más el cuadro de Ivo Basay salió con todo en el segundo tiempo. Y rápidamente dispuso de una opción, pero Fuenzalida le pegó mal en el área.
Así y todo la U, que hizo entrar a Albert Acevedo por Lorenzetti, se las ingenió para llegar y estuvo muy cerca de convertir tras un muy buen centro de Díaz.
En el 59 Vargas tuvo una muy clara. Otro centro, esta vez de Mena, le llegó al ariete, quien cabeceó de primera y casi convirtió.
Y cuando estaba equilibrado el match Colo Colo anotó. En el 60 un centro de Jerez terminó en un testazo de Paredes, que le ganó a un defensa y una mala salida de Herrera para decretar el 2-1.
En el 66 otra vez Paredes, por lejos el mejor de los albos, probó con un tremendo zurdazo, pero el meta colegial estuvo genial para mandarla al córner, aunque antes la bola dio en el horizontal.
Un tonto reclamo de Juan Castillo equiparó en el 72 el partido. Ello porque al meta albo le mostraron su segunda cartulina y se fue a las duchas. Raúl Olivares ingresó por Roberto Gutiérrez.
El panorama albo se complicó más aún cuando el nuevo cuidapalos del Cacique recibió un tremendo golpe de Albert Acevedo que significaba roja directa. El “Araña” debió ser vendado, ya que sangró profusamente.
La U intentó lo último con el ingreso de Rivarola en los últimos minutos, el quinto máximo goleador histórico en los Clásicos, que estuvo cerca con un remate en el 87.
Pero el partido tuvo un final de “película”. El juez dio confusamente minutos de descuentos. Nunca se supo si fueron 9, 11 ó 12.
Lo concreto es que en el minuto 102 un centro que parecía no llevar problemas lo cabeceó Molinas de tal manera que batió a su propio portero, decretando el 2-2 definitivo.
La gente de Colo Colo no podía creer lo que veía, mientras que en la U celebraron como si hubieran ganado una final, tras salvar el invicto e igualar a su archirrival de la manera más impresionante.
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