Brasil y venezuela no se sacaron ventajas en el debut de ambos en la Copa América Argentina 2011, en un partido válido por el Grupo B que se disputó en el Estadio Ciudad de La Plata.
Retraso de diez minutos y ausencia de los himnos nacionales de los dos países. El juego entre Venezuela y Brasil tuvo un primer tiempo movido, con un balón en el travesaño, perrito en cancha, y dominio brasileño.
En diez minutos, Brasil llegó con peligro cinco veces, pero en tres de ellas los delanteros hicieron un toque de más, pase en vez de remate. A los 2min, Pato, impedido, intentó una gambeta en lugar de rematar. Neymar hizo lo mismo a los 5min y Ganso, con la visión clara para el gol, prefirió el pase poco después. La selección repetía los errores de entrenamientos.
El dominio brasileño era evidente. Mano Menezes armó la selección en el esquema esperado: Lucas Leiva y Ramires fueron los volantes, con Ganso en el armado de juego, Robinho y Neymar en las puntas, y Alexandre Pato como centroatacante.
Venezuela del técnico César Farías planteó un 4-4-2 básico, con César González y Arango en la misma línea que los volantes al momento de la marcación.
El ataque venezolano era ineficiente a punto tal que un balón que pasó muy lejos de la meta de Júlio César arrancó el "uhh" de los hinchas venezolanos y argentinos infiltrados.
En la mejor oportunidad del primer tiempo, a los 26min, Alexandre Pato remató una bomba que dio em el travesaño, tras dominar en un pequeño espacio y ser rápido en el remate. En la secuencia, un perro invadió el campo, paseó y enfrió el buen momento brasileño. El animal fue el personaje más aplaudido del primer tiempo.
Con Ganso cercado por los volantes venezolanos y Robinho y Neymar poco eficaces en las puntas, Brasil no podía anotar. La selección siguió sufriendo con errores de finalización: con 38min, después de raro contraataque, Neymar dejó a Robinho de cara al gol, pero el remate fue débil y el zaguero Vizcarrondo salvó con el pecho en el área chica.
En la segunda etapa se vio el panorama cambiar un poco: Brasil dominando la posesión de balón y chocando con la fuerte marca al llegar cerca del área rival, y Venezuela apostando por contraataques esporádicos con lanzamientos largos.
Sin amenazar a Júlio César, el equipo venezolano causaba alboroto en la hinchada con disparos inofensivos. Brasil no tenía creatividad para superar la marca rival; por eso, Mano optó por la entrada de Fred, para tener un hombre fijo en el área y apostar por ataques más directos. El que salió fue Robinho.
El cambio, sin embargo, poco hizo para mejorar el funcionamiento del elenco brasileño en su intento por superar la "barrera" color de vino. Los venezolanos llevaron a cabo buenos contragolpes: Arango asustó al escaparse por la izquierda y cruzar un remate; poco después, el mismo Arango disparó cruzado para afuera, con peligro.
Irritada, la hinchada brasileña pasó a pedir la entrada de Lucas. Mano atendió la solicitud y colocó el joven en el campo; sin embargo, Brasil no pudo superar los hasta nueve marcadores que Venezuela colocaba en la defensa. La selección brasileña abandonó la cancha de la misma forma que la anfitriona Argentina en el debut: con un tropiezo.
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