Un brasileño nacido en Cuiabá y naturalizado boliviano convirtió la noche inaugural de la Copa América en una pesadilla para los argentinos. El casi desconocido Edivaldo Rojas, con un gol de taco, sorprendió e inauguró el marcador para Bolivia en el partido disputado en la noche de este viernes, dejando boquiabierto el Estadio Ciudad La Plata, que no tuvo otra opción que contentarse con un empate por 1-1, gracias al gol de Sergio Agüero. El jugador salió del banco de suplentes para evitar una humillación aún más grande.
La noche fría en La Plata tenía todos los matices que indicaban una fiesta argentina. El estadio lleno, el regreso de la Copa América al país después de 24 años y la presencia del mejor del mundo en el campo, Messi, ante una selección que en su histórico presentó siempre resultados ínfimos en el continente. La lógica, sin embargo, no se dio en el duelo: un primer tiempo sin inspiración de los albicelestes y un gol del rival sobre el inicio del segundo tiempo.
Poca gente en el estadio sabía que, irónicamente, el responsable por el gol había nacido en un país que ha provocado malestares pasados en el equipo argentino. Brasil ha sido su verdugo en las dos últimas finales de la Copa América y esta vez el turno fue para un jugador que ya pasó por clubes brasileños, para dejar al país anfitrión del torneo bajo presión en el debut.
Después que 40 mil hinchas cantaron a todo pulmón el himno argentino en el Estadio Ciudad La Plata, la expectativa era que la albiceleste se presentase eléctrica en el campo, lo que no pasó en el primer tiempo. Si por un lado el equipo anfitrión logró mayor posesión del balón, por otro lado, Bolivia en ningún momento se sintió acorralada. Controló la presión y se arriesgó al ataque.
La defensa argentina presentaba inseguridad, el centro del campo estaba truncado con las presencias de Banega, Mascherano y Cambiasso y las llegadas de Argentina dependían casi exclusivamente de la creatividad de Messi, Tevez y Lavezzi. Activo, el mejor jugador del mundo intentó dos jugadas de velocidad y en una de ellas dejó a Lavezzi frente al arco boliviano. El juez de línea marcó fuera de lugar.
Messi una vez más empezó una jugada peligrosa a los 30 minutos, cuando le pasó el balón a Banega, lo recibió y volvió al área, pero sacó un disparo débil. En el rebote, Cambiassi casi anotó, pero fue despejado y el balón salió hacia la esquina. Argentina se fue al intervalo bajo los gritos de impaciencia de la hinchada.
En el segundo tiempo, los argentinos empezaron distintos. Cambiasso le dio su lugar a Di Maria y los dueños de casa ni tuvieron tiempo de constatar si las modificaciones darían resultado. Tras cobrar el tiro de esquina, Rojas le dio un taconazo al balón, Banega erró el corte y Romero no lo atajó: 1-0 para Bolivia y perplejidad en La Plata.
Marcelo Moreno, otro delantero de la selección boliviana, podría haber decretado un 2-0 cuando encaró al arquero Sergio Romero en un contragolpe, pero no logró concretar la jugada y se quedó sin sellar la victoria de los visitantes.
Agüero, yerno de Diego Armando Maradona, salió del banco de suplentes en el lugar de Lavezzi para impedir que Argentina lamentase un resultado aún peor en el debut de la primera etapa. El delantero del club español Atlético de Madrid empató a los 30 minutos de la segunda etapa. En la tribuna rival, alegría por un resultado inesperado, bajo la mirada del presidente del país Evo Morales. Los bolivianos, que forman una gran colonia en Argentina, también hicieron su fiesta en el Estadio y esperan repetirla en el próximo duelo ante Costa Rica el día 7 de julio. En ese mismo día, Argentina enfrentará a Colombia en busca de la recuperación.
0 comentarios:
Publicar un comentario